Do you break into a sweat
 
 about having to replace a broken refrigerator
 
 or cover a big car repair bill?
 
 That's when an emergency fund can make a huge difference.
 
 What's an emergency fund?
 
 It's money you've set aside in a savings account
 
 for the unexpected.
 
 While it might not be the easiest thing to do
 
 based on everything else you have to spend money on,
 
 it can save you from having to take on
 
 extra credit card debt or loan payments and interest costs.
 
 Experts vary on how much you should have
 
 in an emergency fund.
 
 Some will say $500 is a good start,
 
 while others will recommend saving enough
 
 to cover three to six months of living expenses.
 
 Why the big range?
 
 Well, $500 might cover that car repair,
 
 but a larger amount would help you through a job loss,
 
 or a medical emergency that could cause you to miss work.
 
 It would help with your bills and other expenses.
 
 So how do you start an emergency fund?
 
 And where do you find the money to build it?
 
 Talk to your financial institution
 
 about opening an interest earning account
 
 just for this purpose.
 
 Don't mix it with your checking or savings accounts
 
 so you're not tempted to use the money
 
 for other expenses or saving needs.
 
 Then look for ways to start saving money
 
 until you reach your goal.
 
 Tips on where to find the money can range
 
 from cutting back on regular entertainment costs
 
 to even getting a part-time job.
 
 Learning how to reduce expenses will be good for you.
 
 Instead of more money slipping through your fingers,
 
 you'll be saving instead of spending.
 
 Once you know how you can start setting that money aside,
 
 use online or mobile banking
 
 to set up a regular automatic transfer
 
 from your checking account to your emergency savings.
 
 That way, it will become a habit
 
 you won't even have to think about.
 
 As that emergency savings grows,
 
 you won't melt at the thought of a broken air conditioner.
 
 
 			
			
 ¿Te pone en aprietos
 
 tener que sustituir un refrigerador averiado
 
 o cubrir una gran factura de reparación del coche?
 
 Entonces es cuando un fondo de emergencia puede
 
 marcar una gran diferencia.
 
 ¿Qué es un fondo de emergencia?
 
 Es el dinero que has reservado en una cuenta de ahorros
 
 para lo inesperado.
 
 Aunque no sea lo más fácil de hacer
 
 teniendo en cuenta todo lo demás
 
 en lo que tienes que gastar dinero,
 
 puede evitar que tengas que asumir
 
 deudas adicionales de tarjetas de crédito
 
 o pagos de préstamos y costos de intereses.
 
 Los expertos difieren
 
 en cuanto a la cantidad que debes tener
 
 en un fondo de emergencia.
 
 Algunos dirán que $500 es un buen comienzo,
 
 mientras que otros recomiendan ahorrar lo suficiente
 
 para cubrir de tres a seis meses de gastos de manutención.
 
 ¿Por qué este amplio margen?
 
 Bueno, $500 podrían cubrir la reparación del coche,
 
 pero una cantidad mayor
 
 te ayudaría en caso de pérdida de empleo
 
 o una emergencia médica que te haga faltar al trabajo.
 
 Te ayudaría con tus facturas y otros gastos.
 
 Entonces, ¿cómo se crea un fondo de emergencia?
 
 ¿Y dónde puedes encontrar el dinero para crearlo?
 
 Habla con tu entidad financiera
 
 para que te abran una cuenta con intereses
 
 solo para este fin.
 
 No lo mezcles con tus cuentas corrientes o de ahorro
 
 para que no tengas la tentación de utilizar el dinero
 
 para otros gastos o necesidades de ahorro.
 
 Luego busca formas de empezar a ahorrar dinero
 
 hasta alcanzar tu objetivo.
 
 Los consejos para encontrar el dinero pueden ser
 
 desde recortar los gastos de ocio habituales
 
 hasta conseguir un trabajo a tiempo parcial.
 
 Aprender a reducir los gastos será bueno para ti.
 
 En lugar de que el dinero se te escape de las manos
 
 ahorrarás en lugar de gastar.
 
 Una vez que sepas cómo puedes empezar a apartar ese dinero,
 
 utiliza la banca en línea o el teléfono celular
 
 para establecer una transferencia automática regular
 
 desde tu cuenta corriente a tus ahorros de emergencia.
 
 Así se convertirá en un hábito
 
 que ni siquiera tendrás que pensar.
 
 A medida que ese ahorro de emergencia crezca
 
 no te derretirás ante la idea
 
 de que se descomponga el aire acondicionado.