There's one guarantee
about starting a small business,
it's going to take money.
Before you get serious about seeking funds,
you'll wanna have a well-defined plan
with a clear description of your business,
including projected sales, expenses, and profits.
Many entrepreneurs start with self-funding
by drawing money from savings or retirement accounts.
Just keep in mind that while this bootstrapping approach
can be a great way to get off the ground,
it can also be costly if things don't work out.
A business or a personal credit card is another option
to help cover expenses.
While there are differences between the two,
cards often come with rewards programs.
When used responsibly,
they can also help build your credit score.
Family and friends can also be funding sources,
but it will be important to be clear
about how and when the money will be repayed.
Yet another option is crowdfunding
where money is raised through many small donors.
Businesses funded this way
often offer products or rewards
based on the size of the donation.
Make sure you are aware of any fees
charged by the crowdfunding platform you choose.
A business loan from a financial institution
is also a possibility,
but it can be harder to obtain
until your business has a track record.
If you decide to pursue this possibility,
talk with your financial institution about your options
or visit the Small Business Administration at sba.gov
to look into other programs.
While any new venture can be risky,
it's good to know there is money out there
to turn your startup dreams into a reality.
Abrir un pequeño comercio
garantiza una sola cosa:
costará dinero.
Antes de buscar fondos en serio, tenga un plan bien definido
con una descripción clara de su comercio
que incluya ventas, gastos
y ganancias proyectadas.
Muchos emprendedores se autofinancian
con sus cuentas de ahorros
o jubilatorias.
Tenga en cuenta que,
aunque la autosuficiencia
puede ser fabulosa para despegar,
también puede ser muy costosa
si no funciona.
Una tarjeta de crédito
comercial o personal
puede ser otra opción
para cubrir los gastos.
Aunque son distintas,
las tarjetas suelen tener
programas de premios.
Usadas responsablemente,
pueden ayudar a crear
su puntuación crediticia.
La familia y las amistades
también pueden financiar,
pero será importante ser claro
en cuanto a cómo y cuándo
se les devolverá el dinero.
Otra opción es la microfinanciación;
pequeños donantes recaudan dinero.
Los comercios financiados así
ofrecen productos o premios
según cuánto hayan donado.
Compruebe si la plataforma de microfinanciación que escogerá
cobra algo.
Un préstamo comercial
de una institución financiera
es una posibilidad, pero puede ser más difícil conseguirlo
hasta que su comercio
tenga un historial.
Si se decide por esta posibilidad,
hable sobre sus opciones
con su institución financiera
o visite la Small Business Administration en sba.gov
para analizar otros programas.
Aunque todo emprendimiento
puede ser riesgoso,
es bueno saber que hay dinero
para convertir en realidad sus sueños de empresa emergente.