When you hear the word debt,
you don't usually think of it as a good thing,
but as a small business owner,
debt can actually be a useful tool,
especially if you're just getting started.
All businesses need an initial infusion of cash
to get up and running, and sometimes
to expand, remodel, or invest in something new.
This is usually considered good debt.
It's debt that has a positive return on investment,
meaning that it will pay off in the long run
by putting more money in your pocket.
But too much debt can be a bad thing,
leaving you with ballooning interest payments,
bad relationships with your suppliers,
and nothing to show for your investment,
so how much is too much?
An ideal debt to income ratio is somewhere around 40%,
but the exact number changes on an individual basis.
There are some warning signs however
that indicate that your business is carrying too much debt.
You have many past due bills.
You miss payments or wait to pay certain bills.
You run out of cash before the month's end.
You're constantly dealing with overdraft notices.
If you find yourself in too deep,
there are some steps you can take to dig yourself out.
First, prioritize your debts
based on interest rates and urgency.
Then focus on paying them off from highest to lowest.
Consider refinancing for a lower rate.
Find ways to generate more business.
Finally, avoid taking out new debt, especially bad debt.
At its simplest, bad debt is any debt that has a zero
or negative return on investment and should be avoided.
As a business owner,
you will probably find yourself carrying at least some debt.
Bad debt can sink your business for good,
but good debt, when used wisely,
can help your business grow.
Cuando oyes la palabra deuda,
no se suele pensar en ello como algo bueno,
pero como propietario de una pequeña empresa,
la deuda puede ser una herramienta útil,
especialmente si acaba de empezar.
Todas las empresas necesitan una inyección inicial de dinero
para ponerse en marcha, y a veces
para ampliar, remodelar o invertir en algo nuevo.
Esto suele considerarse deuda buena.
Es la deuda que tiene un retorno positivo de la inversión,
lo que significa que se amortizará a largo plazo
colocando más dinero en el bolsillo.
Pero demasiada deuda puede ser algo malo,
te deja con pagos de intereses desorbitados,
malas relaciones con tus proveedores
y nada que mostrar por tu inversión,
Entonces, ¿cuánto es demasiado?
La proporción ideal entre deudas e ingresos
se sitúa en torno al 40%,
pero la cifra exacta varía en función de cada persona.
Sin embargo, hay algunas señales de advertencia
que indican que tu empresa tiene demasiadas deudas.
Tienes muchas facturas vencidas.
No pagas o esperas para pagar ciertas facturas.
Te quedas sin liquidez antes de final de mes.
Recibes constantemente avisos de descubierto.
Si te encuentras en un aprieto,
hay algunas medidas que puede tomar para salir de ello.
En primer lugar, prioriza tus deudas
en función de los tipos de interés y la urgencia.
A continuación, concéntrate en pagarlas de mayor a menor.
Considera la posibilidad de refinanciarlas
a un tipo de interés más bajo.
Busca formas de generar más negocio.
Por último, evita contraer nuevas deudas,
especialmente deudas incobrables.
En su forma más simple, la deuda incobrable
es cualquier deuda que tenga un rendimiento
de la inversión nulo o negativo y debe ser eliminada.
Como empresario,
es probable que tengas al menos alguna deuda.
La deuda mala puede hundir tu empresa para siempre,
pero la deuda buena, cuando se utiliza con prudencia,
puede ayudarte a crecer.