Scammers are always looking for new victims and seniors are on their list. These crooks use many ways to target your money or personal information. Here's some things to look for and some suggestions about what to do if you think you might be a victim. Don't rush into financial decisions. If you're unsure about anything, ask for an explanation or say you need more time to think about it. Don't feel pressured to make snap decisions. Don't give out personal information such as account numbers, your social security number or your debit or credit card numbers unless you're sure it's necessary. Lock up or hide your checkbook, bank statements, cash or other important documents if other people will be in your home. Don't panic if someone calls you and threatens to turn off your utilities or close your bank account unless you pay the money right away. Scammers will often do this and ask you to pay with a wire transfer or a gift card. If you're unsure, hang up and call your bank or utility company at their official phone number and explain what happened. Ask for references before hiring anyone. And don't give workers information about your accounts. Pay with a credit or debit card if you have them. These methods give you more protection than cash or checks. Talk to your banker, financial advisor, attorney or a trusted family member or friend if you have questions about financial issues. Use online banking and email or text alerts to monitor your accounts. If you're unsure how to do that, ask your banker for more information about learning how to use them. Check your credit reports at one of the three main credit bureaus for possible problems at least once a year. You can do it for free by starting at annualcreditreport.com. If you think you might be an elder financial abuse victim, contact your bank and file a report with your local law enforcement agency and contact your local or state adult protective service agency to let them know what happened. Being cautious can keep your money and information safe from crooks.

Los estafadores siempre están buscando nuevas víctimas y los adultos mayores están en su lista. Estos ladrones usan muchas maneras para obtener su dinero o información personal. Aquí hay algunas cosas que hay que buscar y algunas sugerencias sobre qué hacer si creen que pueden ser una víctima. No se precipiten en sus decisiones financieras. Si no están seguros de algo, pidan una explicación o digan que necesitan más tiempo para pensarlo. No se sientan presionados a tomar decisiones precipitadas. No den información personal como números de cuenta, número de la seguridad social o números de sus tarjetas de débito o crédito a menos que estén seguros de que es necesario. Guarden bajo llave o escondan su chequera, extractos bancarios, dinero en efectivo u otros documentos importantes si otras personas estarán en su casa. No se asusten si alguien les llama y les amenaza con cortar sus servicios o cerrarles la cuenta bancaria a menos de que paguen el dinero de inmediato. Los estafadores suelen hacer esto y les piden que paguen con una transferencia bancaria o una tarjeta de regalo. Si no están seguros, cuelguen y llamen a su banco o compañía de servicios públicos a su número de teléfono oficial y expliquen lo sucedido. Pidan referencias antes de contratar a alguien y no den a los trabajadores información sobre sus cuentas. Paguen con tarjeta de crédito o débito si tienen, estos métodos les dan más protección que el efectivo o los cheques. Hablen con su banquero, asesor financiero, abogado o con un familiar o un amigo de confianza si tienen preguntas sobre cuestiones financieras. Usen la banca en línea y las alertas por correo electrónico o por mensaje de texto para controlar sus cuentas. Si no están seguros de cómo hacerlo, pidan a su banquero para obtener más información para aprender a usarlas. Comprueben sus informes de crédito en una de las tres principales agencias de crédito para detectar posibles problemas al menos una vez al año. Pueden hacerlo de forma gratuita empezando en annualcreditreport.com. Si creen que podrían ser una víctima de abuso financiero de la tercera edad, pónganse en contacto con su banco y presenten una denuncia con su agencia local de seguridad y contacten a su agencia local o estatal de servicios de protección de adultos para informarles de lo sucedido. Ser precavido puede mantener su dinero y la información a salvo de los ladrones.