(inspiring music)
Is that free money
you got in the mail melting away before your eyes?
That's exactly what could happen
if you've received a rebate card
based on a product you've purchased.
Many merchants offering rebates have moved
from sending checks to mailing prepaid cards.
Rebate cards can either be closed loop,
meaning you can only use them
for more of that merchant's products, or open loop,
which means you can use them to make purchases anywhere,
but there's usually a catch.
Most rebate cards come
with fees or expiration dates.
Fees can include a monthly account maintenance charge
if you haven't used all the money
within a certain timeframe,
and that can eat away
at the card's value until there's nothing left.
And the real shocker can be the expiration date.
If the money on the card isn't used
within a specified time period, poof,
the money is gone for good
and the rebate that convinced you
to buy the product in the first place
is no longer available.
But rest easy,
there are ways to help ensure this doesn't happen to you.
It begins with the fine print.
Make sure you read any information that comes
with the rebate card,
or call the telephone number on the back.
Be aware when any fees might kick in
or when the card will expire.
Then make sure you spend that money before it disappears.
(uplifting music)
No dejes escapar tu descuento
¿Eso es dinero gratis
lo que se derrite ante tus ojos en un correo?
Eso es exactamente lo que podría pasar
si recibieras una tarjeta de descuento
basada en un producto que hubieras comprado.
Muchos vendedores que ofrecen descuentos han pasado
de enviar cheques a enviar tarjetas prepagadas por correo.
Las tarjetas de descuento pueden ser exclusivas,
que significa que solo puedes usarlas
para comprar más de ese mismo vendedor, o abiertas,
que significa que puedes usarlas donde quiera,
pero por lo general tienen algo malo.
La mayoría de las tarjetas
vienen con comisiones o fecha de vencimiento.
La comisión puede incluir un cargo mensual por mantenimiento
de la cuenta si no has usado todo el dinero
dentro de un determinado marco de tiempo,
y eso puede acabar
con el valor de la tarjeta y no dejarle nada.
Y lo peor es la fecha de vencimiento.
Si no se usa el dinero en la tarjeta
dentro de un período de tiempo específico, ¡puf!,
el dinero desaparece
y el descuento que te convenció
de comprar el producto en primer lugar,
ya no está disponible.
Pero no te preocupes,
siempre hay formas de asegurar que esto no te pase.
Y empieza con la letra pequeña.
Asegúrate de leer toda la información
que venga con la tarjeta,
o llamar al número de teléfono en el dorso.
Fíjate bien en cualquier comisión que se active
o cuándo vence la tarjeta.
Luego, asegúrate de gastar el dinero antes que desaparezca.